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Hablar con las manos, ¡hablar con el corazón!

Alguna vez te has preguntado ¿qué pasaría si no pudieras oír ni ver?, ¿cómo podrías comunicarte con el mundo que te rodea? Esa es la reflexión que nos deja la película El lenguaje del corazón, una bella historia que nos demuestra cómo las personas con discapacidad auditiva y visual pueden aprender a comunicarse.

 

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El lenguaje del corazón

 

El lenguaje del corazón, una historia francesa para ver en familia

Esta película francesa, basada en hechos reales, nos cuenta la historia de Marie, una adolescente ciega y sorda que aprendió a comunicarse a través de un lenguaje muy especial: el lenguaje dactilar, y lo logró gracias a la ayuda de la Hermana Marguerite, una religiosa que, al conocerla, supo que su misión era descubrir junto a ella un nuevo universo en que las palabras están en las manos.

En Mi Señal, quisimos investigar acerca de esta condición contarte un poco sobre el tema y compartir algunas de las frases más conmovedoras de esta bella película.

La ceguera y la sordera son dos tipos de discapacidad diferentes que a veces se presentan juntas. Cuando esto ocurre se le da el nombre de sordoceguera.

En Colombia existen organizaciones que se encargan de apoyar a las personas ciegas y sordas, como el INCI (Instituto Nacional para Ciegos) y FENASCOL (Federación Nacional de Sordos de Colombia), pero también existen otras como SURCOE (Asociación Colombiana de Sordociegos), en la que le brindan apoyo a aquellas personas que viven con ambas condiciones y a quienes se les dificulta mucho más la comunicación con los demás.

El proceso de aprendizaje de una persona sordociega toma tiempo ya que, al no poder utilizar dos de los sentidos más importantes para la comunicación como la vista y el oído, es difícil para ellos aprender a interpretar, leer, hablar o escribir. Sin embargo, como se ve en la película, a través del olfato y del tacto, identifican objetos, reconocen personas y aprender un lenguaje que los saca del aislamiento.

El tacto es uno de los sentidos más extensos que tenemos pues está presente en toda nuestra piel y, gracias a la conciencia que se ha generado sobre la sordoceguera, se ha logrado convertir en un lenguaje universal, por lo que hoy en día representa una oportunidad para que las personas sordociegas puedan expresarse.

Esta manera de comunicarse, a diferencia de otras, requiere siempre de la presencia de una persona intérprete, por lo que el vínculo entre ambos es muy fuerte debido al tiempo y al proceso que comparten. Tacto, olfato y confianza son los recursos necesarios para que una persona sordociega pueda comprender el mundo y comunicarse con él. Y recuerda que entender las discapacidades es una muestra de que también podemos ser diversos. 

 

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