El mes del amor y la amistad es la época perfecta para que reflexionemos sobre lo que consideramos importante a la hora de relacionarnos y crear vínculos. Por eso, para hablar de este tema con niños y niñas recomendamos recurrir a uno de los libros más famosos de la historia y que nos enseña importantes lecciones sobre la amistad, el amor y las formas en las que los expresamos.
Lecciones sobre la amistad de El Principito y el zorro
- Si – dijo el zorro –. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.
Con este fragmento descubrimos que al domesticar a alguien, es decir al tomarnos un tiempo con esa persona para mostrarle lo que somos, lo que nos gusta, lo que nos disgusta, lo que esperamos de los demás y lo que podemos ofrecer, también nos volvemos únicos y especiales para la otra persona. Se genera una relación en la que ambos estamos siendo domesticados, es decir creando amistad.
Aquí descubrimos que el mundo se siente diferente cuando tienes un amigo, alguien con quien te divertirás y te invitará a salir de las cosas que haces regularmente para vivir juntos nuevas experiencias y momentos. Cuando tienes un amigo, sabrás cuáles son las cosas que le diferencian del resto de la humanidad y esas diferencias harán que tengas un cariño especial por esa persona.
Sólo se conocen las cosas que se domestican – dijo el zorro –. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!”
¿Qué hay que hacer? – dijo el principito.
- Hay que ser paciente – respondió el zorro –. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca…
La amistad no se crea de la noche a la mañana, no se puede negociar y tampoco busca beneficios. Vivimos en un mundo en el que todo ocurre a grandes velocidades, tomarnos el tiempo para conocer a alguien y para presentarnos a nosotros mismos es la clave para crear una amistad real. También hay muchas formas de comunicarnos que van más allá de las palabras; entender lo que el otro dice al ver su mirada, la forma en que camina, se ríe o llora es una forma hermosa de conocernos.
“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo”
Esta es posiblemente una de las cosas más importantes sobre la amistad, es la posibilidad de ser diferente y especial para alguien, de sentirte querido por quien eres, aunque otras personas se parezcan a ti, vivan en tu mismo barrio, les gusten las mismas cosas que a ti… un amigo te verá de forma única porque eres único para él o para ella, así como esa persona es única para ti.
“Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, a partir de las tres empezaré a ser feliz. A medida que se acerque la hora me sentiré más feliz. Y a las cuatro, me agitaré y me inquietaré; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, no sabré nunca a qué hora vestirme el corazón... Los ritos son necesarios”
Los momentos que compartes con tus amigos son muy importantes, tener cierta frecuencia y ciertos ritos favorece la amistad. No es necesario tener horarios o fechas estrictas para verse, pero como es algo que disfrutas, la frecuencia de encontrarse o incluso sólo de hablar puede hacer que la amistad vaya más allá del tiempo, la distancia o las diferencias.
“Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida: –¡Ah!... –dijo el zorro–. Voy a llorar.
–Tuya es la culpa –dijo el principito–. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
–Sí –dijo el zorro.
–¡Pero vas a llorar! –dijo el principito.
–Sí –dijo el zorro. –
Entonces, no ganas nada.
–Gano –dijo el zorro–, por el color de trigo”
Una de las situaciones más difíciles es despedirse de tus amigos, de las personas que has domesticado y que te domesticaron también, pero toda la ausencia y las lágrimas valen la pena si tienes momentos que guardas en el corazón y si encuentras en tu cotidianidad cosas que te recuerdan a esos amigos que ya no están contigo en el mismo lugar. Recuerda siempre y no olvides lo que vivieron y aprendieron juntos.
“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos” El Zorro.
Aparte para adultos y adultas
Aunque por las ilustraciones y el lenguaje sencillo con el que el libro de El Principito está escrito, parece una obra infantil; la verdad es que tiene textos para personas de todas las edades y temas tan universales que pueden ser entendidos por lectores de cualquier lugar del mundo y de cualquier edad. En este libro encontrarás críticas sociales y una invitación importante para volver a conectarte con tu niño o niña interior, un montón de metáforas que te harán reflexionar sobre las elecciones que tomas y que además de este tratado hermoso sobre la amistad también te mostrará el amor a través de la relación de un niño de otro planeta con su rosa.
Este es uno de los libros más traducidos de la historia, con versiones en más de 380 idiomas y lenguajes, ha sido adaptado al cine, la televisión, obras de teatro, musicales y encontrarás cientos de versiones de libros ilustrados, así como todo tipo de elementos que lo han convertido en uno de los grandes referentes de la cultura popular. Esta puede ser la señal que estabas esperando para volver a leerlo, para leerlo por primera vez y claro, también para leerlo en casa con niños y niñas.
Cuéntanos cuál es tu frase favorita del principito, usando #MiSeñal en redes sociales.